A pesar de los recientes informes que destacan el impacto económico de las plataformas digitales, los trabajadores en Perú siguen planteando preocupaciones sobre la precariedad de su situación.
Con varios proyectos legislativos estancados, el último de los cuales fue aprobado por el Congreso en mayo, no se benefician de la seguridad laboral ni del reconocimiento de sus derechos laborales.
Además de las suspensiones injustas por negarse a trabajar en las zonas urbanas más peligrosas y los altos niveles de accidentes de tránsito, los repartidores basados en aplicaciones y los conductores de viajes compartidos han denunciado con frecuencia recortes salariales por parte de las plataformas y cambios en los términos y condiciones que no pudieron negociar.
En lo que respecta al costo de vida, la investigación de WageIndicator muestra que la mayoría de los precios recopilados, incluidos los productos electrónicos, los vehículos y la ropa que usan los trabajadores independientes en el trabajo, han disminuido durante el último año.
Una situación particular ha surgido en Perú. En septiembre, la inflación cayó por debajo de los dos dígitos durante el período más largo en la historia del país y en la región en su conjunto. La tasa de inflación anual de 2,4% registrada en abril de este año fue la más baja entre las principales economías del continente. Este indicador fue menor que en Canadá (2,7%), Estados Unidos (3,4%), Brasil (3,7%), Chile (4%), México (4,7%) y Colombia (7,2%).
Sin embargo, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) informa que en el área metropolitana de Lima, los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas están aumentando, al igual que los precios en diversos sectores de consumo como restaurantes y hoteles, y educación.
Todas las ciudades reportaron alzas de precios, siendo Trujillo, Chiclayo y Arequipa las ciudades con mayores variaciones. La mayor parte de la fuerza laboral del país se concentra en las áreas urbanas.
Los economistas también destacan que una familia tipo necesita S/ 2.976 para cubrir sus necesidades básicas, mucho más que el salario mínimo de S/ 1.025. Una gran proporción de las familias peruanas han tenido que reorganizar sus presupuestos y no logran ahorrar. También es necesario centrarse en la creciente brecha de riqueza entre ricos y pobres, y entre mujeres y hombres.
En un contexto de alto desempleo, en el que las plataformas digitales podrían hacer una contribución positiva ayudando a generar ingresos, las empresas no pueden demostrar que garantizan un salario mínimo después de descontar los costos, y los trabajadores independientes se sienten a merced de las plataformas que pueden cambiar los estándares salariales a voluntad.